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Rescate arqueológico en calle Mitre


Continúan las tareas de rescate arqueológico en el área central de la Ciudad, a partir del seguimiento de obra del proyecto “Puesta en Valor de la Calle Mitre”, a cargo de la empresa Planobra SA. Los objetivos de las intervenciones son rescatar los materiales arqueológicos que yacen debajo del asfalto y vereda actuales, así como aportar a la comprensión de la historia sedimentaria y ambiental del área urbana de Bariloche para reconstruir las etapas de urbanización de la ciudad.

Vajilla Alfred MeakinLos trabajos se insertan en un marco interinstitucional e interdisciplinario compuesto por la Secretaría de Desarrollo Urbano, a cargo del Ing. M. Ruival, la Subsecretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad de la Ciudad de San Carlos de Bariloche, a cargo del Lic. C. Beros, el personal responsable de Planobra SA y arqueólogos, historiadores, museólogos, geólogos y paleontólogos del Museo de la Patagonia-Parque Nacional Nahuel Huapi - APN, de IIDyPCA-CONICET-UNRN, de INIBIOMA-CONICET-UNCOMA y de LAAN-CAB-CONICET, con la coordinación de las doctoras Solange Fernández Do Rio (Museo de la Patagonia-PNNH-APN) y Marcia Bianchi Villelli (IIDyPCA-CONICET-UNRN).

Gracias al trabajo de seguimiento de obra, en la primera cuadra de la calle Mitre se realizó el hallazgo de un basural de principios de siglo XX, continuación de uno hallado en excavaciones en 1999. La pavimentación de la calle Mitre data de 1941, luego de la inauguración del Centro Cívico. Hasta entonces, el límite del trazado de la calle se iniciaba a la altura de Quaglia; hacia el oeste comenzaba un predio rural atravesado por el Arroyo Sin Nombre y rodeado por la costa del lago y el almacén de ramos generales cuyos propietarios fueron Wiederhold, Hube & Achelis, la Chile-Argentina, Capraro y Pelegrini sucesivamente. Aproximadamente a mitad de cuadra, se encontró un basural que data de este momento previo a la construcción del Centro Cívico, en donde se descartaban aquellos objetos que ya no eran utilizados.

Se trata de un pozo con restos de objetos y alimentos que datan al menos de principios del siglo XX intercalados con paladas de ceniza y tierra, seguramente para mitigar los olores de la descomposición. Los investigadores destacan la importancia de este hallazgo en términos de la reconstrucción histórica de la ciudad, ya que los basureros suelen ser una muestra representativa de todo lo que se usaba y comía en un momento particular. En este caso se han hallado muchas botellas de vidrio y gres, una variedad de vajilla, implementos de higiene personal como peines, botones, latas y restos de alimentos como huesos de vaca, oveja y gallina. Todos ellos se encuentran bajo el guardado y acondicionamiento del personal del Museo de la Patagonia. Más allá de toda la información de los objetos en sí mismo, el análisis del contexto permitirá entender cómo era la vida cotidiana de los primeros momentos de la urbanización de la Bariloche. Luego del análisis de los materiales, se prevé la realización de una muestra en el Museo de la Patagonia.

Se continuará con el acompañamiento a la empresa constructora en su labor para monitorear la obra y mitigar los posibles impactos sobre los hallazgos arqueológicos que puedan aparecer y fortalecer la valoración de los mismos. Estos trabajos enfatizan la importancia de resguardar la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, de la que se nutre en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras.